De buceo en Richies Place Puerto del Carmen

Gigantescas paredes que caen al abismo, imponentes desplomes, inmensas rocas puntiagudas, cuevas, cañones submarinos, grandes bancos de arena, arcos; todo esto forma un paisaje espectacular adornado con mil formas de vida.

El paisaje es uno de los platos fuertes de esta inmersión por lo variado que resulta. Los recovecos de la roca albergan dos corales naranjas y una pequeña cueva donde se cobijan los camarones narval. Observaremos, además, una gran variedad de otras especies.

El buceo comienza directamente por la línea de boyas que delimita la zona de baño de la playa. Ya en el fondo, podemos descender por la arena hasta el pequeño arco que se forma en la roca por donde incluso cabe una persona. De ahí, si seguimos el veril dejándolo a mano derecha, a escasos metros llegamos a una placa en homenaje a Richard, un guía muy querido que frecuentó y popularizó este lugar y que murió por causas ajenas al buceo durante unas vacaciones en el extranjero.

Desde el arco, dejando el veril a mano izquierda, la pared desciende formando un cañón con una gran cueva en su base donde se esconde la primera rama de coral naranja. Frente a la salida de la misma, en la gran roca puntiaguda, otra más pequeña da cobijo a un buen número de camarones narval (popularmente conocidos como gambas). Superando el veril, se asciende por un gran grupo de rocas hasta una cornisa donde crece la segunda rama de coral; desde ahí comenzamos el regreso.

¿Sabías que…
Canarias es una de las zonas del mundo con más abundancia de angelotes. Este pez es un tiburón relativamente frecuente en los fondos de arena de Lanzarote, principalmente en invierno (para aparearse) y en verano (para parir). Su camuflaje y su capacidad para enterrarse le permite estar durante semanas en un mismo sitio sin necesidad de desplazarse para buscar comida o huir ante un peligro. Desenterrarlos o hacerlos nadar les hace perder la oportunidad de caza que llevan esperando desde hace días. Además, les quitamos la posibilidad a otros buceadores de poder ver a estos majestuosos animales.

Consejo
Después de la picadura de erizo, la mordedura de angelote es quizá uno de los sustos más frecuentes entre submarinistas inconscientes y con poca experiencia. Ciertamente, los peces-ángel son animales muy mansos y tranquilos que no dudan en recordarnos que son tiburones si se les tira de la cola o de una aleta. Como siempre en el buceo, “se mira pero no se toca”.